Gente pasa por la vida como por una pista de atletismo: Corren, sudan, se cansan, y acaban.
Otros como por el Camino de Santiago y cuando llegan, se suben a un bus y vuelven a casa a continuar haciendo el mal.
Algunos viven siendo esclavos de sus placeres carnales, son máquinas del sentir, y es el deleite de lo que más aman y menos deben, lo que los mata.
Otros van de trekking y por culpa de salir guapos para la foto, tropiezan y caen por un barranco.
viernes, 28 de mayo de 2010
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